Los BIC en Castilla y León

Por Francisco Rubio. 17 de Febrero de 2015

Publicado en el Agora de Castilla y León. Copyright

Seguro que todos hemos tenido alguna vez en nuestra manos un bic. Seguro que quien mas y quien menos, se ha jugado la vida en algún examen con la única arma de un bic ... azul y otro rojo. Incluso habrá quien se ha "comido" alguno de sus extremos en un intento de mantener la calma. Pero en esta ocasión no nos vamos a referir a ese bolígrafo de diseño casi eterno, sino que hablaremos de los otros BIC, esos que siempre se escriben con masyusculas, independiente de la tinta que usemos.

En el ámbito del Patrimonio Cultural, se conoce como B.I.C. a un acrónimo que significa literlamente "Bien de Interés Cultural". Es decir, un "bien" que, por sus peculiares características, se le considera representativo de una serie de valores relativos a la cultura de una zona, que merecen la pena preservar para el uso y disfrute de las generaciones futuras. Algo así como mantener un testigo de momentos determinados de la historia.  

Cuando un elemento es catalogado como BIC, este es convenientemente registrados e inventariado, estableciéndose sobre el una protección especial, de tal manera que, aunque su propiedad pueda recaer en una determinada persona física o jurídica, sus "valores" pertenecen a la sociedad en su conjunto. 

En el caso de la comunidad de Castilla y León, el numero de elementos declarados BIC es uno de los mas elevados de España y en el mapa que se pone adjunto, se pueden ver las localidad donde estos bienes se ubican. así como desde el siguiente enlace a un mapa interactivo desde la web de la Junta de Castilla y León:

.  Mapa Interactivo sobre Bienes de Interés Cultural en Castilla y León 

De una primera observación sobre el mapa, llama la atención la existencia de una larga linea a modo de Y griega invertida, la cual esta plagada de puntos a modo de rosario y que discurre por la provincia de Palencia y Valladolid. Se trata de los dos ramales del Canal de Castilla, donde un sinfín de puentes, esclusas, fabricas de harina, ...etc existentes en su recorrido, tienen abierto o incoado un expediente de declaración de BIC. 

Otro de los aspectos que llama la atención, es el exiguo numero de BIC declarados en la provincia de Zamora, siendo, junto a Avila, las dos zonas que menos localidades cuentan con elementos catalogados. Destaca el vacío existente en este mapa al oeste de la conocida como ruta de la plata, que discurre de norte a sur desde León capital a Sevilla, pasando por Zamora y Salamanca.  

En estas ultimas zonas señaladas, el numero de localidades que tienen en sus términos municipales elementos catalogados como BIC resulta escaso, comparado con muchas otras zonas, lo cual nos lleva a pensar dos cosas. O que realmente no los tienen o que sus habitantes no están valorando adecuadamente su Patrimonio Cultural. 

Nos inclinamos a pensar que la segunda opción es la que mas se acerca a la realidad, ya que la mayoría de los expedientes incoados como BIC deben ser promovidos por los propios ayuntamientos o particulares de la zona.

Que un bien sea declarado BIC tiene sus pros y sus contras, por ello no siempre se entiende en su justa medida esta clasificación. 

Otro de los aspectos que habría que analizar, es por que la mayoría de los BIC, (al margen de los que engloba el campo de la arqueología) se refieren a construcciones de carácter religioso (iglesias, ermitas, catedrales, monasterios, ... ) o militar (castillos, castros, ...). 

Por otro lado se echa en falta el inventariado de elementos del patrimonio industrial, del patrimonio inmaterial, del patrimonio popular como elementos y construcciones de carácter agropecuario que tanto protagonismo han tenido en la vida y en la economía de esta región y como no, todos aquellos elementos que han formado parte de la cotidianeidad de la vida de los pueblos y que ya nunca volveran ante los grandes cambios tecnológicos y sociales que se están dando en el siglo XXI. . 

Quizás es el momento de empezare a valorar esos elementos que conforman o han conformado la vida de muchas personas, generación tras generación.